Las prácticas de consumo refieren a la manera en que las personas utilizan y aprovechan bienes primarios o secundarios y servicios para su beneficio. En el ámbito ético se utiliza para analizar o criticar la manera en que dicho uso afecta el entorno; ya que existen formas de consumo más responsable que otras, que tienden al consumismo.
A la forma de consumo responsable a nivel económico y ecológico se le conoce como sostenible; éste tipo de consumo se realiza de manera que el uso de bienes y servicios contribuyan a una mejor calidad de vida al mismo tiempo que se pretende minimizar el uso de recursos naturaleza, ya sea a través de la reutilización de materiales o bien economizando dichos recursos. Para lograr este objetivo se persiguen los siguientes puntos:
- Satisfacer las necesidades humanas.
- Favorecer una buena calidad de vida por medio de estándares de vida dignos.
- Compartir los recursos entre ricos y pobres.
- Actuar tomando en cuenta las generaciones futuras.
- Considerar el impacto “desde la cuna hasta la tumba” de los productos al consumirlos.
- Minimizar el uso de los recursos, los residuos y la contaminación.
Mauricio Sosa
muy buena información,gracias